Capítulo 10
Un nuevo amigo
Estando adentro, ven una inmensa oscuridad que nos los dejaba ver.
- No veo nada – dice Karen tratando de tocar algo con su palma.
- ¿Cómo quieres que se vea si no hay luz? – dice Daniel tropezándose con todos.
- ¿Quiero una lámpara?-dice todavía tocando las paredes. En eso ella siente algo, es una lámpara, pero esta no estaba en ninguna mesa, estaba en el aire como si alguien se la diera. – Gracias Rubí.
- Gracias ¿Por qué? – dice sin entender.
- Por la lámpara.
- Yo no te di nada – dice confundida.
- Rosa – dice con un tono asustado.
- Yo tampoco – dice asustada.
- Nadie trajo linternas – dice Daniel volteando a ver a sus amigos en la oscuridad.
- Entonces… - dice haciendo una pausa - ¿Quién me dio la linterna? – dice asustada. En eso se oye una voz aún lado de ella.
- Yo fui.
Karen escucha la voz a su lado, prende la linterna y voltea para ver quien hablo.
- ¡Un duende! – dicen todos gritando. Karen, Rubí y Rosa comienzan a gritar desesperadas, los demás se les quedan viendo.
- ¿Por qué gritan? – dice Daniel extrañado viéndolas.
- Es que dicen que los duendes se roban las almas – dice Karen escondiéndose detrás de el.
- Pero que no se supone que es a los niños – dice Salvador tratando de recordar. Todos sueltan una carcajada, pero de repente se oyen gritos y un ruido de que algo se acababa de caer por las escaleras.
- ¿Qué se escucho? – dice Víctor asustado. Daniel seguido de sus amigos se acercan lentamente hacia el objeto al final de las escaleras.
- ¡¡Sofía!! – gritan todos y corren hacia ella.
- ¿Sofía, estas bien? – dice Daniel preocupado.
- Si, bueno eso creo – dice con dificultad. Entonces se escuchan otros gritos, todos voltean hacia los lados buscando la causa. Luego de un rato oyen ruidos en las escaleras como si alguien bajara de ellas.
- Sofía ¿estas bien? – dice Sebastián corriendo hacia ella y abrazándola. Daniel se pone celoso. Después de un rato de estar apretada con Sebastián, ella voltea y ve al duende.
- ¿Quién eres tú? – dice mirándolo fijamente.
- Yo soy un duende, que intenta salir de aquí.
- ¿Salir, porque? – dice Soledad.
- Porque… - pero es interrumpido por otros gritos – Por eso… - mientras pronuncia estas palabras va hacia Sofía y la agarra – Vámonos.
- ¿Adonde? – dice Cinthya viendo a todos lados.
- A escondernos – dice el duende. Todos buscan un lugar donde quedarse.
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