Mi experiencia con...
La librería del señor Livingstone
de Mónica Gutiérrez
Luego de mucho tiempo de no escribir en esta sección, quiero contarles sobre un maravilloso libro que tuve la oportunidad de leer el mes pasado, en los tiempos libres que me pudo conceder el trabajo.
La librería del señor Livingstone es sin lugar a dudas toda una joya en la literatura, la forma en que la escritora Mónica Gutiérrez narra los acontecimientos que los personajes viven y que se desarrollan alrededor de una librería de Londres es espectacular. Había estado leyendo opiniones acerca del libro y de pronto me decidí a leerlo y descubrir por mi misma si eran ciertas aquellas buenas reseñas del mismo, y puedo afirmarles que es un libro que no podrás parar de leer ni un segundo.
Desde las primeras palabras este libro me dejó totalmente clavada en él. Amé por completo todas aquellas referencias que se hacían en el transcurso de cada una de las páginas sobre esas grandes novelas que te llevan a disfrutar la lectura. Aunque el señor Livingstone es todo un señor gruñón, me quedé enamorada de él, me hice amiga de la editora, del chico del telescopio y del hada descalza que ronda por la librería.
Luego de haber terminado de leer el libro, me sentí tan contenta y satisfecha con el resultado, e inmediatamente se ha convertido en uno de mis libros favoritos de todos los tiempos, y del cual no dudaré jamás en recomendarlo a todos aquellos que amen tanto los libros como yo lo hago.
Después de casi tres semanas de haberlo concluido, aun sigo sonriendo al recordar la trama del libro, pero sobre todo todavía me queda la duda sobre lo que estaba escribiendo el escritor residente de la librería, quien no faltaba ningún día a aquel mágico lugar para escribir en su computadora, y de quién no se sabe casi nada.
Si me preguntaran cómo sería mi librería perfecta, sin dudarlo respondería con la descripción de Moonlight Books, con ese letrero azul que embellece la entrada, y con las campanillas que colgaban de la manija de la puerta, hasta aquella escalera de caracol en color negro, y sobre todo aquel techo de cristal a través del cual se pueden ver las hermosas estrellas.
Me encantaría recorrer en persona aquel fascinante lugar, sentarme a tomar un chocolate caliente en el rincón de los románticos y platicar con Oliver Twist del universo en la parte superior de la librería. Y porque no, echarle una ojeada a la computadora del escritor residente para así resolver la incógnita de lo que escribe todos los días.
Los invito a que se sumerjan en este grandioso y hermoso libro, que les aseguro no se arrepentirán en leerlo, y quizás les suceda como a mí, queden totalmente enamorados de esta gran trama.
A continuación como probadita de esta historia, les dejo mi cita favorita:
"El mundo era gris y solo si se aprendía a mirar se volvía uno capaz de percibir algún retazo de colores brillantes. Había empezado a comprender que la felicidad surge de los brotes más pequeños e inesperados. Y se preguntaba si era posible que todas las cosas buenas de la vida cupiesen en una librería."
Por lo pronto los veo en la siguiente entrada. Hasta entonces sigan cuidándose mucho en estos tiempos difíciles.
Con cariño,
Karina Hernández.
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