"Mis mejores deseos"
Viernes, 24 de abril de 2020
"Matthew:
Sé que en este momento estarás confundido y
hasta enojado de que me haya atrevido a escribir esta carta y a dejarla en la
puerta de tu casa. Sé también que habrás dudado en abrirla, tal vez estuviste a
punto de tirarla a la basura, y para serte sincero, estaría de acuerdo si
decides hacerlo al finalizar de leerla.
Durante días había estado pensando en escribirla,
al principio quería decirte todo esto en persona, pero sabía que jamás me
recibirías y yo no tenía derecho de pedir audiencia contigo después de todo lo
que he hecho, luego de todo lo que le he hecho a ella.
Esta carta no es para arruinarte tus días previos al gran acontecimiento de tu vida, estás a punto de casarte con la mujer más maravillosa del mundo, lo sé porque yo estuve a punto de hacerlo también, pero lo eche todo a perder, como lo haría toda mi vida.
Sé nuevamente que no tengo derecho de hablar de ella, pero quiero pedirte un último favor, no estoy en posición de hacerlo, pero me atrevo porque aunque tú lo dudes, ella fue, es y seguirá siendo el amor de mi vida, desgraciadamente lo descubrí demasiado tarde y ya no puedo volver atrás para recuperarla, ahora ella es tuya y será tu esposa.
Como sabrás, porque la conozco y jamás le
guardaría ningún secreto al hombre al que ama, hace unos días me vi con ella
para platicar, y le pedí, más bien dicho, le rogué que no se casara contigo,
que todavía estábamos a tiempo para estar juntos, yo estaba dispuesto a dejar
todo por ella, a mandar al carajo a mi familia, a mi esposa y hasta a mi hijo,
a lo que ella me contestó que no, que tal vez si le hubiera hecho esta
proposición algunos años atrás, habría aceptado de inmediato, pero ahora el
tiempo y las circunstancias habían cambiado, ella había dejado de amarme, había
podido por fin librarse de mi fantasma que la persiguió y atormentó por tantos
años y que casi le cobra la vida. Me dijo que ahora estaba a punto de casarse
con el hombre más maravilloso del mundo, uno que realmente la amaba, y que ella
había aprendido amarlo de una forma sana, y que estaba dispuesta a enfrentarse
a sus demonios con tal de pasar el resto de su vida con él. Mientras me decía
estas palabras entendí que era demasiado tarde, que ella no volvería a ser mía
nunca más, que ahora le pertenecía a alguien más.
Y entendí que si realmente la amaba, como lo
hago, por fin, y aunque me resistiera a eso, debía dejarla ir, debía dejarla
casarse con ese hombre que estaba dispuesto hacer las cosas que yo siempre le
prometí y jamás le cumplí. Y aunque me duela en lo profundo de mi corazón, esa
noche la dejé partir para que regresara a tus brazos. No te voy a mentir, con
cada paso de los días, y entre más se acerca su boda, me muero lentamente, creo
que esto es karma, ahora entiendo lo que ella sintió cuando yo me casé. Siempre
en mis locos pensamientos pensé que la tendría eternamente, que ella solamente
me pertenecía y que jamás habría nadie que pudiera alejarme de ella, sé que fui
yo quien la alejó de mí, y tú le enseñaste a amar de verdad, un amor puro,
sano, algo que jamás le di.
No tengo cara para escribirte estas palabras
después de que estaba planeando robarte a tu prometida días antes de tu boda,
pero ahora veo las cosas con claridad. Su fantasma me perseguirá toda mi vida,
porque jamás la dejaré de amar, así que el favor que estoy a punto de pedirte, si
la amabas de verdad no te costará conflicto realizarlo.
Te pido, te ruego, que jamás la lastimes,
conviértela en la mujer más feliz de esta tierra, amala todos los días, se
cómplice de sus locuras, llora con ella cuando lo haga, júzgala cuando no se
encuentre de humor y te haga enojar, perdónala cuando te lastime, porque
créeme, ella jamás te lastimara con intención. Baila con ella cuando te lo pida
a mitad de la calle con todo el mundo mirándolos, y hazlo aunque no te lo pida
y se reproduzca una de sus canciones favoritas, abrázala fuerte, llénala de
besos aun cuando estén enojados, no permitas que sus cicatrices y sus demonios
te hagan decir cosas que jamás le dirías, porque sabes que estos traumas son
resultado de su pasado, de hombres, como yo, y situaciones antes de ti que la
marcaron para siempre, y que cada día ella trata de cambiar por ti.
Amala con toda la fuerza que tengas, porque se
lo merece, ella se merece por fin un hombre que este para ella, que la haga
sentir amada, que la amé en libertad, que no sea su prisionera, al contrario
que la invite a volar. Deja que siga escribiendo canciones de desamor en mi
recuerdo, porque todas las canciones de amor que escriba serán para ti.
Cuídala por mí, porque yo no fui lo
suficientemente bueno para ella como lo eres tú. Protégela de todos, y de ella
misma. Dedícale canciones de amor, cómprale flores y chocolates, pasa un día
entero en la cama o en el sofá abrazados sin hacer nada o viendo las películas que
ella adora. Déjala llorar con cada película o canción triste, porque eso
refleja lo fuerte y al mismo tiempo lo vulnerable que es. Regáñala alguna vez
cuando se comporte como una niña, pero hazle saber que es por su bien, porque
aunque la has ayudado a creer en sí misma, a tener confianza en ella y en los
demás, sigue siendo en el fondo una niña de 6 años a la que guiar. Y hazle el
amor cada vez que puedas, demuéstrale que eres suyo y de nadie más.
Yo por mi parte, prometo no volver a acercarme
a ustedes, no sé de dónde sacaré fuerzas para alejarme de ella por completo, y
más al vivir en la misma ciudad, pero tienes mi palabra que no volveré a buscarla,
jamás intervendré en tu matrimonio, porque apuesto a que la harás feliz y si
alguna vez nos llegamos a cruzar en algún evento o en la calle, déjala que me
salude cordialmente y después olviden que me vieron mientras caminan de la mano
rumbo al auto.
Y sobre todo, hazla feliz, de la manera en que
yo jamás podré hacerlo."
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