"Yo también te amo"
Domingo, 23 de marzo de 2025
"El ruido del aeropuerto repercute en mis oídos. Quizás es el largo viaje que acabo de hacer que me tiene tan cansada e intolerante. Sin embargo, sé que pronto llegaré a mi destino.
Tomo un taxi que me lleva tranquilamente a mi hotel. Al llegar me presento en la recepción y me asignan mi habitación. Mientras me preparan todo, en mi cabeza recito el guion que elaboré durante el vuelo, el que necesito pronunciar para conseguir cierta información, la razón por la que estoy ahí.
Cuando me entregan mi llave del cuarto, volteo riendo, preguntando naturalmente a la recepcionista si tal persona ya regresó al hotel. La chica de la recepción inmediatamente ubica el nombre y me avisa que todavía no ha vuelto. Tontamente le explico que tengo una cita con él más tarde, pero que he olvidado el número de su habitación. Ella me mira con cautela, y al no notar nada raro en mí, revisa en su computadora y me da lo que necesito. Le agradezco sus atenciones y me retiro a mi cuarto.
Mientras espero a que pasen las horas para que él regrese, repaso lo que le diré. Han pasado varios meses luego de aquel día trágico en que todo terminó. No sé cómo él reaccionará ante mi presencia. Sé perfectamente que no me recibirá con un gran abrazo y un beso de final de cuento de hadas. Quizás se sienta incómodo y en guardia. Aun así, decidí hacer ese viaje para intentarlo.
Cuando se va acercando la hora, me arreglo para la ocasión. En cuanto se hacen las ocho de la noche, salgo de mi habitación y me dirijo al suyo. En el camino mis piernas comienzan a temblar. Mi nerviosismo va en aumento. A pesar de ello, decido seguir adelante.
Me quedo petrificada al llegar a su puerta. Cierro los ojos por una fracción de segundo, y respiro profundamente. Y antes de que decida salir corriendo como aquella vez, toco a la puerta. Entonces sé que ya no hay marcha atrás, ya no puedo arrepentirme de lo que estoy a punto de hacer.
Escucho pasos del otro lado y la puerta se abre. Su hermosa figura aparece ante mis ojos, y me quedo sin palabras. Él al verme se queda igual de paralizado que yo. Por unos segundos ninguno de los dos dice nada. Permanecemos ahí viéndonos, temerosos.
Suspiro hondo para tomar fuerza.
- Sé que te sorprende el que yo esté aquí ahora. De hecho, también sigo sorprendida por todo el viaje que hice hasta acá, pero necesitaba verte. Sé que no tengo derecho de venir contigo. No espero que me perdones por romperte el corazón. Créeme que sigo pensando en aquella noche, y te juro que, si estuviera en mis manos, volvería al pasado y haría todo otra vez, pero esta vez lo haría bien. Me tardé cuatro meses en entender cuál era la respuesta. Tuve que perderte para comprender lo mucho que significas en mi vida. Así que aquí estoy parada frente a ti, para decirte lo que debí contestarte aquel día. Yo también te amo.
Un suspiro se escapa de su boca. Yo me quedo ahí plantada en espera de su respuesta, y entiendo que así se sintió él cuando me confesó que me amaba. Sin embargo, él no dice nada. Mira hacia el suelo, y entonces comprendo que he llegado tarde, para ser exactos cuatro meses tarde.
Con la poca dignidad que me queda, y ahora con el corazón roto, me doy la vuelta para alejarme de ahí, conteniendo mis lágrimas. No puedo reprocharle su actitud. Yo fui quién primero le rompió el corazón, y no podía llegar ahí esperando que me perdonara y que hiciera como si nada hubiera pasado.
Ya casi estoy llegando al elevador para regresar a mi habitación cuando escucho que alguien corre detrás de mí. De repente siento que me toman por la cintura y me dan la vuelta. Es él. Nos quedamos viendo en silencio y entonces él me besa. Inmediatamente me arrojo a sus brazos y entiendo cuál ha sido su respuesta."
K.H.
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