Bitácora de Recuerdos - A mi pequeña yo

 

"A mi pequeña yo"

Lunes, 11 de octubre de 2021

"Para la pequeña yo del pasado:

Hoy es nuestro cumpleaños treinta. Todavía no puedo explicar lo maravilloso e increíble que se siente llegar a esta edad, y más por todo lo que hemos pasado durante estos años.

Para conmemorar nuestro treintavo aniversario, quiero contarte varias cosas.

Sé que te estarás preguntando por qué he decidido dedicarte esta carta a ti. Bueno, primero que nada tienes que entender que no existe nada o nadie en este mundo más importante que tú. Esta será una de las más grandes y difíciles enseñanzas que te dará la vida, y que para ser sincera contigo, me ha costado y te costará mucho aprender, y en cuanto la aceptes, no habrá poder externo que pueda hacerte sentir inferior o no querida. 

Durante tu infancia serás la niña más feliz del mundo, pasarás horas enteras jugando con tus amigos imaginarios, los cuales después pasarán a convertirse en los protagonistas de tus historias que escribirás con todo el corazón.

En tu adolescencia pensarás que la secundaria será tu mejor etapa, sin embargo créeme que vendrán cosas mejores. Mientras tanto disfruta de los años en familia, de tus amigos y de jugar tu videojuego favorito The Legend of Zelda: Ocarina of Time en tu Nintendo 64, porque las cosas se pondrán muy difíciles. 

En tu tiempo de la Preparatoria no te aferres a lo que siempre soñaste, porque tu vida como la planeaste jamás será. Tu vida estará repleta de cambios dramáticos que te harán la gran persona que somos. En esta época te enfrentarás a pérdidas de familiares que te harán pensar en cada minuto de tu vida, pero lo peor aún estaba por pasar.

Luego de ser rechazada en la carrera de tus sueños, ingresarás por casualidad a la hermosa y fantástica licenciatura de Derecho, que te dará las mejores aventuras y experiencias de tu existencia. Ahí conocerás a grandiosas personas, quienes te ayudarán a pasar la situación más difícil de tu vida, la separación de tus padres. Estarás a punto de abandonar tus sueños, sin embargo todo al final saldrá bien, solo tendrás que soportar estar bajo la tormenta por un tiempo, y cuando salgas de ella, nada de lo que se presente más adelante podrá tumbarte. 

Hay muchas cosas que hubiera querido hacer diferente, sería totalmente deshonesta conmigo misma si lo negara, pero he aprendido que las cosas pasan por algo, aunque en su momento no sepas por qué. Aun así hay cosas que si podrás cambiar, pero todo dependerá de ti, solamente de ti. 

Es por eso que por muchos años estarás perdida entre lo que debes hacer y lo que quieres hacer, así que siempre sé tu misma, no permitas que nadie más te cambie por más que te sientas fuera de lugar o rara, déjame decirte, amiga mía, que todos somos extraños, nadie somos iguales y en eso radica la belleza de cada uno de nosotros, en ser únicos e inigualables. 

Sí, sé que en estos momentos te ha de rondar por la cabeza si a tus treinta años has conocido el amor, y puedo responder que a tus veinticuatro conocerás a un hombre maravilloso con quien compartirás aproximadamente cinco años de relación. Desgraciadamente para ambas no funcionará por completo. Sí, así es, a tus treinta años estarás soltera y sin hijos. Sé que esto te causará mucho ruido porque en tus planes a futuro está que al llegar a esta edad ya deberías estar casada y formando una familia, pero quiero contarte que, y aunque te cueste trabajo aceptarlo, aprenderás a no darle tanta importancia al matrimonio y a tener hijos. No voy a negarte que no quiera ninguna de esas cosas, sin embargo aprendí a aceptar las cosas como pasan y dejarás de verlas como prioridades en tu vida. Créeme que no pasará nada si no consigues ninguna de las dos, aun así puedes seguir siendo completamente feliz, puedes convertirte en la tía rica y borracha de la familia (sí, también tomarás mucho alcohol, pero eso es gracias a la herencia familiar de la cual no puedes zafarte). 

Te costará mucho tiempo asimilar lo del párrafo pasado, pero verás que cada quien tiene las cosas a su debido tiempo, así que no trates de presionar que sucedan, solo déjate llevar, y esperemos con todo nuestro corazón que algún día aparezca una persona grandiosa con el que podamos pasar el resto de nuestra vida. Mientras tanto, disfruta de tu camino. 

A los veinticinco años tendrás una crisis existencial que te hará sentir que no has hecho nada en tu vida. Esto es totalmente mentira, ya que para entonces ya contarás con un título universitario y con un trabajo demasiado demandante, pero que amarás con todo tu corazón. 

En este punto quiero darte un gran consejo, el cual yo aun estoy tratando de poner en práctica, jamás dediques más del tiempo necesario a tu trabajo por más que lo ames, pues habrá gente que te hará la vida imposible y al final del día no les importará hacerte a un lado cuando ya no les funciones. 

Por eso pasa el mayor tiempo posible con tu familia, tus amigos, escuchando aquellas hermosas canciones de tu IPod mientras vas caminando por la calle, leyendo los libros que se van acumulando en tu librero y escribiendo las historias que te hacen sentir viva. 

Y si en el camino te encuentras a alguien que te guste, pierde el miedo y toma la iniciativa, no temas ser rechazada, tal vez puedas ganarte a un amigo o al amor de tu vida. 

Viaja a todos los lugares que siempre quisiste visitar. Trata de pensar primero en ti que en los demás, y no temas en romperte, de vez en cuando es bueno llorar para sacar todo lo que llevas dentro.

Pero sobre todo, disfruta las pequeñas cosas que te da el día a día, porque no sabes cuándo será el último, pues verás como todo a tu alrededor se cae, y serás testigo de una de las peores pandemias que azotó el mundo hasta el momento.

Y por último, pero no por eso menos importante, el gran consejo que puedo darte y que hubiera querido que alguien me dijera: Amate a ti misma incondicionalmente, sin importar tu estatura, ni tu peso, tú eres perfecta así tal cual eres y si tienes confianza en ti, podrás lograr todo lo que quieras. 

Por mi parte espero seguir adelante en esta jungla que se llama vida, así que no me reproches después si cometí más errores de lo que debía, o por omitir alguna otra, créeme que cada día aprendo lo que debo o no hacer, y seguiré cayendo hasta aprender la lección.

Luego de estas palabras que te he escrito, es momento de dejarte y regresar a mi presente, porque hay personas en la planta baja de la casa que esperan cantarte las mañanitas y darte un gran abrazo, y que sin lugar a dudas te darán todo su amor y te apoyarán en cada paso que realices. 

Yo por lo pronto te prometo festejar este cumpleaños como ninguno, porque los treinta años serán un parte aguas en nuestra vida. 

Así que mi pequeña y querida Samarita, ¡Feliz cumpleaños a nosotras!

Con todo mi cariño, tú mejor e incondicional amiga."

A.K.H.S.